Asier Zabaleta _Ertza
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Ertza
liquidD Play FANBOOK ¿Cuáles serían los proyectos e iniciativas que destacarías en la danza y las artes del movimiento en el País Vasco?
Asier Zabaleta. Desde que volví de Suiza, es decir desde el 2004, lo que más destacaría es la voluntad de colaboración que surge entre los colectivos profesionales del sector de la danza y las instituciones como el Gobierno Vasco, diputaciones, etc... Con el objetivo de servir de interlocutor, de aglutinar a todo el sector y difundir las necesidades del mismo se funda la asociación ADDE (addedantza.org), que hoy día sirve de plataforma para todos los que trabajamos en este campo. Fruto de esta colaboración nacen iniciativas como el Circuito de Danza Contemporánea, la transformación de lo que era el Certamen de Nuevos Coreógrafos Vascos en Dantzan bilaka (kultura.ejgv.euskadi.net), etc... También habría que destacar la creación de Dantzagunea (dantzagunea.gipuzkoakultura.net) por parte de la Diputación Foral de Gipuzkoa; la consolidación de festivales como el BAD (bad-bilbao.com) o el Dantzaldia (dantzaldia.org) en sala, y Dantza Hirian y Lekuz Leku (lekuzleku.com) en la calle; así como el incremento de la presencia de danza en ferias de teatro como dFeria (dferia.com) o Umore Azoka (umoreazoka.org). Al igual que el trabajo que ha realizado dantzan.com que en estos momentos ve difícil su continuación por el recorte drástico de subvenciones. Una necesidad básica aún sin cubrir pero en la que se está trabajando a día de hoy es la creación de Eszenika, un centro de estudios superiores de danza.
¿Cuál crees que ha sido la evolución en los últimos años?
A.Z. Una evolución al alza. Cada vez se hacen más cosas y cada vez hay más creadores y más circuitos. Aun así, al mismo tiempo veo que es una evolución muy muy lenta si lo comparamos con otras comunidades o con otros países de Europa. Creo que aquí se toma poco riesgo, se hacen pocas apuestas por parte de las instituciones. Hay miedo a arriesgar y muchas dudas en cuanto a quien se le ayuda y a quien no. Existe una especie de misión por parte de las instituciones de querer contentar a todos dando a todos un poquito de ayuda, pero lo que realmente ocurre es que las cuantías asignadas hoy en día para la danza son mínimas, y que sumado a los pocos ingresos de las compañías, dificulta mucho la creación de trabajos de calidad. Además de esto creo que se deberían de impulsar más los procesos de creación y buscar nuevas formas de financiación a largo plazo para las compañías existentes, sin que estas tengan que estar condicionadas a subsistir con las ayudas que reciben para la creación de espectáculos.
¿Cómo ves la situación actual de la danza y las artes del movimiento en el País Vasco?
A.Z. Para dedicarme 100% a la danza me sentí obligado a salir de aquí. Empecé a bailar bastante tarde y tuve que elegir: si trabajar o aprender. Aposté por trabajar, cosa de la que no me arrepiento porque después de pasar por varias compañías aprendí de primera mano de los mejores creadores. Cuando me fui a Suiza para trabajar durante cinco años con la compañía Alias, que para mi fue la mejor escuela, aprendí muchísimo y sobre todo me sirvió para buscar mi propio lenguaje. Después de pasar por varias compañías me sentí un poco vacío como creador, por lo que decidí emprender mi propio camino y empezarlo aquí. La vida social de Suiza no me seducía, todo lo externo al mundo laboral no me atraía nada y decidí volver aquí... y no me arrepiento aunque sea duro estar tirando del carro y trabajar en situaciones extremas siempre. La situación actual de la danza en Euskadi creo que sigue siendo un poco “germinal”; es decir, que las semillas están echadas y ahora tenemos que trabajar duro para que crezcan y se multipliquen. Creo que hay mucha y buena materia prima, pero que si no se riega y abona regularmente, corre el riesgo de marchitarse y de dar pasos atrás e incluso de desaparecer dados los tiempos que corren.
¿Qué crees que se está haciendo para acercar las artes del movimiento a nuevos públicos?
A.Z. Destacaría la iniciativa del Gobierno Vasco, el Circuito de Danza Contemporánea (kultura.ejgv.euskadi.net) el cual cada vez es más amplio. Pero temo que si no se hace un trabajo urgente de difusión y comunicación se quede reducido a un público que pertenece siempre al sector y que a veces le toca estar encima de los escenarios y otras hace de público. Habría que dar a conocer la danza en ámbitos que no ha estado hasta ahora. Festivales como Dantza Hirian (dantzahirian.com) que sacan la danza a la calle, están muy bien puesto que permiten acercarse a un público que ni siquiera se había planteado ver un espectáculo de danza pero que se le presenta la ocasión, se queda a verlo y en muchos casos se vuelve a informar y repite. También es necesario un gran trabajo en educación: ir a las escuelas, invitar a los niños a los ensayos, a ver los espectáculos... desde la compañía Ertza (ertza.com) llevamos ya un tiempo haciéndolo y la valoración es muy positiva. Creo que debemos de abrir nuestro trabajo a los chavales y difundir la danza para que los futuros consumidores de cultura sepan al menos de qué se está hablando y tengan la opción de elegir.
¿Cuáles son tus proyectos actuales?
A.Z. En estos momentos estamos presentando nuestro último trabajo estrenado: Act of God, donde se habla de la fe, las religiones, las creencias y de las contradicciones que se presentan en torno a las mismas. Lo hemos presentado en euskera y castellano. El trabajo se plantea como una serie de preguntas que nos hacíamos nosotros mismos durante el proceso de trabajo de forma muy inocente. De lo que no nos habíamos dado cuenta es que para mucha gente la religión sigue siendo un tema intocable. El mero hecho de replantearte cosas, de lanzar una serie de preguntas al cielo a mucha gente todavía le parece ofensivo, y nos hemos encontrado con reacciones que hoy en día me sorprenden.
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